La noche me suele mostrar que siempre hay una mejor opción, libera mis deseos reprimidos y alimenta el lado oscuro de la imaginación. La noche me encierra en su mundo y comparte con mis demonios una copa del peor conjuro para conquistar lo eterno… La noche no me juzga solo muestra mi verdadero ser, ese que escondo a plena a luz del día para complacer lo correcto. Los bares son los refugios de esas noches que quiero olvidar y las barras el pase libre para liberar mi mente. La noche para mí es mi fiel compañera porque siempre estamos ella y yo y lo demás se convierte en fenómenos decorativos que se sumergen en su propia locura. La noche es más que mi liberación es el bosque empantanado donde cazo criaturas para entender su especie y compararla con la mía. Sin la noche no podría entender lo monótono que tiene el día. Mis fantasías mas profundas aparecen cuando la luna toma protagonismo y es ahí cuando los guerreros del universo protegen mi integridad humana para que pueda liberar mi mente. Soy una criatura de la noche hasta que sale sol y en ese entonces me convierto en una simple mortal que lo único que desea es que sea de noche nuevamente.