viernes, 8 de agosto de 2008

Cuando decimos adiós..


Como cuesta decir adiós, aunque uno sepa que es la mejor decisión que tome en su vida, cuesta mirar los ojos del otro y enfrentarse a la soledad nuevamente.-
Es una decisión que deambula por la cabeza constantemente, a veces no deja dormir y en esos momentos tu única compañía es un cigarrillo que se consume en un instante en los pulmones y que mata lentamente.-
Antes de tomar la decisión uno piensa en el otro, piensa en su vida después del adiós, uno se imagina que él perderá el rumbo pero en definitiva el que pierde el rumbo es uno mismo.-
Uno proyecta en el otro todos sus fracasos, sus miedos y terminamos creyendo que él no podrá vivir sin nosotros, pero eso es una errada concepción, en realidad nosotros no podremos vivir sin la otra persona.-
Creer que el mundo se termina es la primera sensación para que uno piense detenidamente que camino tomar, encontrándose en una encrucijada sin salida, aunque la salida este frente a nuestros ojos, en ese momento desviamos la mirada hacia otro lado.-
He paso noches deambulando por los recuerdos, buscando un mínimo sentimiento para que sea motivo de reflexión, pero solo encontré recuerdos vacíos, ilusiones rotas y promesas vagas.-
No encontré algo para seguir creyendo que nada esta perdido, que todavía vale la pena seguir luchando por un amor que se desvanece a cada segundo y solo provoca un vacío existencial y que envenena el alma poco a poco-
Sus besos ya no los recuerdos ni tampoco quiero hacerlo, las noches de amor que compartí con él se fueron en una mañana cuando desperté y no quería sentir su cuerpo junto al mío.-
He intentado acercarme a él, pero la lejanía de mi corazón provoco que la distancia fuera evidente, no sé si fue por miedo a perderme en la rutina o porque quería escapar de un amor que ya no era amor sino costumbre.-
Será también porque escuche muchas promesas, promesas que hoy solo son mentiras, escuche frases lindas, juramentos de amor pero eso no sirvió para seguir adelante.-
Debo reconocer que a veces lo extraño, extraño su abrazo cuando siento miedo por la realidad que se avecina, me cuesta acostumbrarme a la soledad cotidiana de esta gran ciudad.-
Hay momentos que deseo el encuentro quizás para verlo por ultima vez, para saber de su vida o recordar su mirada reflejando el amor que me tenia, la ultima vez que nos vimos fue para decirnos adiós, entre lagrimas.-

Griselda Raffo
18-03-05

No hay comentarios: