domingo, 10 de agosto de 2008

Mis demonios...

A veces mi mundo es oscuro y está lleno de trampas para que nadie pueda entrar. Solo yo puedo luchar contra los demonios que quieren devorar mi mente cansada. Los busco, los observo, los espero cada noche para sellar una tregua pero ellos aparecen cuando estoy dormida. Sus encantos me revelan que son capaces de seducirme para llevarse mi alma, rozan mis heridas para que sangren y debiliten mis fuerzas. Sus escudos son espejos que reflejan los recuerdos olvidados, sus espadas no me dan tiempo a cubrirme, lastiman lentamente pero no matan. Aparecen y desaparecen para engañarme, se disfrazan de mis mejores amantes. Dicen las frases más dulces que amargan mis sentidos luego se marchan sin decir adiós. A veces resisto las batallas pero en otras caigo a sus píes pidiendo compasión pero ellos no escuchan solo buscan mi alma y hasta que no la consigan seguirán vigilando mis pasos y aparecerán atacando una y otra vez. Es por eso que en las noches guardo mi alma en el silencio para que no sea capturada por los demonios que aparecen en mis sueños.

1 comentario:

Unknown dijo...

Este es un poema en prosa, me encanta como escribes. Tus demonios se parecen a los mios, solo que los mios trasmutan en diablos cuando aparecen en mi realidad.